El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha cumplido ya sus 25 años de historia y, aunque su modelo de protección y convivencia animal está más extendido no sólo en todo el mundo sino también en España, sigue siendo un punto de referencia a la hora de valorar cómo proteger a ciertas especies animales y ofrecerles un lugar digno y saludable donde vivir.
750 hectáreas y 120 especies diferentes de animales conviven en armonía, obviamente con cierta separación entre algunos hábitats, aunque en ocasiones sorprende la unión de muchos de ellos. En 1989 fue toda una revolución la apertura de este tipo de reserva natural en la montaña cántabra de Cabárceno, pero aún hoy en día el visitante que desee recorrer sus más de 20 kilómetros seguirá sorprendiéndose.
Sobre todo es el acceso a los animales lo que más llama la atención, pues la convivencia en Cabárceno permite acercarse a saludar a las no tan simpáticas avestruces, como también pasar una tarde entre patos si se dignan a salir del lago, sin obsesionarse por pedirte comida.
Cabárceno ha visto nacer a 1.200 animales, algunos de ellos pertenecientes a especies en peligro de extinción como elefantes, gorilas, asnos, cebras, rinocerontes… La tranquilidad con la que conviven los animales se traslada a ciclos vitales llevados con naturalidad, como son el apareamiento, la comunidad y el cuidado de los pequeños recién nacidos en la manada.
Los responsables del Parque de Cabárceno afrontan los siguientes 25 años intentando precisamente atraer a animales en peligro de extinción, además de por descontado para asegurar su supervivencia, también porque muchos de ellos poseen suficiente exotismo como para atraer todavía a más visitantes.
Y no es que el Parque de Cabárceno esté precisamente lejos del interés social. Lo que sucede es que sus paseos recorridos a pie, en bicicleta o en coche son tan extensos que no es corriente la masificación como sí sucede en otros entornos con animales o, sencillamente, turísticos.
Además, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno es uno de los principales motivos de atracción turística que disfruta ya no sólo el municipio de Penagos donde se ubica el valle de Pisueña (donde están construidas todas las instalaciones del parque), sino que en realidad es una de las ofertas más atractivas para visitar Cantabria, lo que aprovechan muchos de los pueblos de alrededor y sus complejos urbanísticos rurales para atraer al visitante con descuentos o entradas que siempre son efectivos, ya que pocos lugares en el planeta han ofrecido, durante 25 años, la oportunidad de tocar tan de cerca la Naturaleza.