El descubrimiento de esta semana en Colombia tiene una historia de 300 años detrás. Se trata del galeón español perdido en el año 1708 llamado San José. Como sucede con este tipo de historias, la trama es fascinante con persecuciones por el mar, desapariciones y, por descontado, un tesoro increíble.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha comparecido ante los medios de comunicación tanto de nivel nacional como internacional, para mostrar unas recientes fotografías en las que se demostraba la autenticidad de un descubrimiento en una ubicación no revelada. Las imágenes muestran los característicos cañones de bronce de este conocido galeón y son fruto de un esfuerzo realizado por cartógrafos, historiadores y desarrolladores de la tecnología que ha permitido hallar el barco. El equipo ha incluido la participación del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
En el siglo XVIII, este navío procedente de Cartagena de Indias partió hacia España llevando consigo un tesoro de oro, plata y piedras preciosas. El buque británico Expedition se abalanzó sobre él en una batalla que no duró demasiado. Aunque se vio con previsión a los ingleses por la zona, el capitán de origen español José Fernández Santillán ordenó seguir el rumbo. El plan era llegar a Cuba, donde los franceses les esperaban como escolta.
El galeón se hundió y con él 600 personas, aunque si bien el gobierno colombiano asegura que la confirmación de este hallazgo es un homenaje a estos navegantes, también ha quedado patente la importancia otorgada al valor escondido entre sus pertenencias. Se calcula que en la actualidad estas 200 toneladas de oro, podría suponer un ingreso para Colombia de unos 4.600 millones de euros.
No hay, sin embargo, ninguna duda sobre la posesión de este tesoro. En numerosas ocasiones, empresas privadas y varias administraciones han pugnado por conseguir este tesoro. Pero en la actualidad no hay pugna alguna. Ya que, después de que innumerables cazatesoros intentaran infructuosamente encontrarlo, al final en el año 2011 un tribunal de Washington (Estados Unidos) ya dejo constancia de que el galeón pasaba a ser propiedad de Colombia cuando se encontrase.
Esto ha sucedido esta semana, aunque no se haya confirmado el lugar concreto donde está ubicado. Una vez sea sacado del fondo del mar, toda su estructura está pensado ubicarla en un museo de Cartagena. Obviamente el tesoro pasará a posesión del Gobierno y no se ha concretado dónde se invertirá.