Son muchas las personas que, cuando les dices que han de leer, o comprar libros, lo primero que pasa por sus cabezas es que es muy aburrido, que eso no les gusta o que van a acabar durmiéndose leyendo, más aún si es historia. Pero, como han dicho muchos antes que nosotros: El saber te hace ser poderoso.
Leer sobre historia
Una de las lecturas que muy pocas veces se trata en las clases con los niños son las de historia, novelas, libros, volúmenes de historia del arte que pueden ayudar a comprender cómo ha evolucionado un país hasta lo que tienen hoy en día, cómo es el pasado de una sociedad, del arte, la cultura, etc. y cómo ha influido todo.
Lo cierto es que es tan importante el leer como el conocer la historia de un país, o de un mundo entero. Ya que:
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El leer te ayuda a que tu vocabulario se enriquezca de tal forma que puedes aprender nuevas palabras y a expresarte de otra forma más elegante.
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También te ayuda a darte cuenta de las faltas de ortografía, a tratar de no cometerlas e interiorizar en aquellas palabras que puedes tener dudas, como los acentos, demostrativos, etc.
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Conocer la historia del país es conocer tus raíces, saber cuál fue el inicio de ese país y cómo ha influido todo para ser lo que es ahora.
Los volúmenes de historia del arte pueden ayudar mucho en estos temas y, aunque hay momentos en el instituto donde se tratan, también en una casa sería bueno que se tomara tiempo a disfrutar de lo que es la historia del mundo, la historia de tu propio mundo donde estás viviendo y son muy pocos los que realmente conocen lo que ha sido de él (y, por supuesto, conviene leer mucho sobre ello, no sólo un libro, para ver las pequeñas diferencias que pueden existir y, en general, conocer lo que aconteció en otras épocas). ¿Te animas a hacerlo? Ya sabes, el saber no ocupa lugar.