El gobierno griego anunció la suspensión de forma indefinida de todos los partidos de la liga nacional con el fin de poner en marcha las medidas necesarias para acabar de una vez con la violencia en los estadios. De esta forma, quedan suspendidos todos los campeonatos nacionales y semiprofesionales, lo que incluye la primera, segunda y tercera división.
La decisión nace como consecuencia de los graves incidentes acaecidos el pasado fin de semana en el derbi que enfrentó al Panathinaikos y al Olympiacos, donde minutos antes del comienzo del encuentro aficionados del Panathinaikos invadieron el terreno de juego y lanzaron objetos a los jugadores del Olympiacos, que en ese momento se encontraban calentando. Los incidentes se trasladaron luego al exterior del estadio, con enfrentamientos entre los grupos radicales y la policía.
Entre las medidas propuestas por Stavros Kondonís, ministro adjunto de deportes, se incluyen: utilización de una entrada electrónica, lo cual permitiría conocer la identidad del comprador y su ubicación en el estadio, eliminación de las peñas de los clubes y colocación de cámaras de seguridad en los estadios.
La decisión tomada por Kondonís de suspender de forma indefinida la liga griega cuenta con el apoyo del primer ministro Alexis Tsipras, quién apoyó la postura del ministro adjunto de deportes y le dio autorización para paralizar el campeonato, así como para poner en funcionamiento todas las medidas necesarias.
La suspensión es indefinida, aunque desde los medios griegos se apunta a la posibilidad de que ésta dure entre dos y tres semanas.
Antes de su reciente llegada al cargo, Kondonís ya había anunciado que uno de sus principales objetivos era el de acabar con la violencia en los estadios de fútbol.