Cada vez es más preocupante el tema de la contaminación atmosférica tanto a nivel de las ciudades como a nivel planetario. Los motores de los coches, junto con las emisiones de las fábricas, son los grandes culpables de esta contaminación y uno de los principales problemas que exigen la toma inmediata de medidas tanto por parte de los gobiernos como a nivel individual.
Cada vez más personas están tomando conciencia ecológica en todos los aspectos de su vida, desde reciclar la basura que producen hasta el aprovechamiento de todo tipo de objetos de segunda mano que se compran no por su menos coste económico, sino porque de este modo se aprovecha su vida útil y se evita que acaben aumentando antes de tiempo las grandes montañas de basura que se producen cada día.
Para los desplazamientos, la opción de la bicicleta es clave, sobre todo cuando se trata de desplazamientos dentro de la ciudad que no suponen un número excesivo de kilómetros. Las bicicletas eléctricas han venido a facilitar la vida a todos aquellos que querían tener un medio de transporte más sostenible, pero que no se encontraban suficientemente en forma para comenzar a utilizar la bicicleta cada día.
¿Qué bicicleta comprar?
Aquí comienza el primer dilema cuando se piensa en adquirir una bici eléctrica. Lo primero que debemos de saber es que si ya tenemos una buena bicicleta, seguramente no vamos a necesitar comprar otra. Existen kits en el mercado muy fáciles de instalar que convertirán tu bici clásica en una eléctrica en cuestión de cinco minutos.
Acude a un establecimiento autorizado y allí te dirán qué necesitas exactamente. Los precios de estos kits varían mucho en función de su calidad y del rendimiento que quiera obtener, pero los más básicos pueden estar en torno a los 150 euros.
Si no tienes bicicleta, para su compra deberías de seguir el mismo criterio que te hemos indicado para la adquisición del kit de conversión. Piensa qué uso le vas a dar a la bici, habitual o ocasional y también qué necesidades específicas puedes tener. Por ejemplo, muchas personas prefieren una bicicleta eléctrica de montaña para hacer rutas y otras optan por una bici plegable para poder guardar en casa con facilidad.
Si tienes dudas sobre qué bici comprar porque no sabes si te vas a acostumbrar a ella, puedes comenzar por un modelo básico que, en caso de que más adelante decidas cambiar por una bicicleta más profesional puedas vender fácilmente de segunda mano.
La mayoría de las bicicletas de gama básica y media tienen motor delantero y en algunos casos trasero. Las bicicletas con motor central eléctrico son de alta gama ya que tienen unas prestaciones bastante superiores a otras, sobre todo en lo que tiene que ver con su potencia inicial.
Por ejemplo, este tipo de bicicletas suelen alcanzar mucha velocidad nada más tocar el pedal, por lo que mucha gente las encuentra altamente seguras para conducir en carreteras con mucho tráfico. También son perfectas para iniciar la marcha en una cuesta, ya que notaremos la ayuda desde el primer momento.
Su alto precio las hace más adecuadas para personas con cierta experiencia con las bicicletas, que las quiera para rutas largas y duras pero no son necesarias para desplazamientos cortos por ciudad.
El precio de una bicicleta eléctrica varía mucho en función del tipo de motor y de la calidad de la misma. Los modelos más habituales para bicicletas de paseo están en torno a los 1.500 euros aunque hay bicicletas básicas por debajo de los 1.000 euros. Las más profesionales, tanto de carretera como de montaña, pueden superar fácilmente los 2.000 euros e incluso los 3.000 si hablamos de las más avanzadas.