El inicio de temporada no podría haberle sido más complicado al colombiano James Rodríguez. La lesión que arrastró no le permitió recuperarse los siguientes meses de septiembre, octubre y noviembre. Pero lo peor de todo fue que con Rafa Benítez tampoco funcionaba el haberse recuperado total o parcialmente y, de manera sencilla, era mejor no contar con él.
El jugador mostró claramente su insatisfacción por la situación en la que se encontraba y estaba dispuesto a marcharse, pero algo le frenaba (aparte de su contrato) y era el hecho de que en realidad con Rafa Benítez nada parecía funcionar bien en el Real Madrid. Obviamente la salida del técnico supuso un respiro esperanzador para todos los aficionados, pero también para la junta directiva con Florentino Pérez esperando un éxito que no llegaba y con la plantilla, que enseguida se volcó con el nuevo entrenador, Zinedine Zidane.
El problema vino más tarde, al demostrarse que Zidane seguía sin tener en estima la titularidad del colombiano, pese a que confirmaba constantemente a la prensa que su recuperación estaba completa. ¿Por qué entonces no sacaba de titular a James? Las razones deportivamente hablando eran varias, pero básicamente era la presencia incontestable de la BBC por encima del resto de titulares el argumento más destacado por el que se rechazaba a James y a otros suplentes entre el primer equipo desde el minuto cero.
La reciente lesión del galés Bale volvió a hacer cambiar el panorama, ya que se creía que podría ser el mejor sustituto para el media punta, sin embargo Zidane de nuevo rehusó de James. La respuesta del colombiano fue una rebeldía constante durante el partido ante el xxx. No calentó antes ni durante el partido, pese a que el entrenador así se lo ordenó y esto ha motivado una conversación privada entre ambos, en la que Zidane considera que el jugador debe cambiar su actitud para no perjudicar al equipo ni tampoco a sí mismo como probable titular en el futuro.
Si James ha aceptado o no esta crítica y hace ejercicio de revisión respecto a su comportamiento todavía está por ver. Pero por si fuera poco embrollo el que se está armando en torno a la figura del colombiano, sale a escena el Manchester United, que supuestamente habría presentado una oferta en firme para el jugador.
Sin embargo, el Real Madrid no está dispuesto a ceder ni vender a ningún jugador. La FIFA ha sancionado al club con todo un año sin posibilidad de realizar nuevos fichajes y, salvo que al recurrir consigan eliminar la sanción de forma explícita, el club blanco no podría fichar a nadie más en una buena temporada, lo que hace presumir que tampoco dejará salir a nadie de la plantilla fácilmente.