El pasado sábado, el Real Madrid ganó en Cardiff, la capital de Gales, su Copa de Europa número 12, con un arrollador juego que no dio opción a su rival en esta final: la Juventus de Turín.
El marcador reflejó un 1-4 final que reflejó bastante bien lo sucedido en el campo. Después de un primer tiempo en el que la Juventus presionó con buenas ofensivas, resistió bien y tuvo posibilidades, sus jugadores acabaron desmoronándose en la segunda parte ante un rival pletórico de forma.
Y eso que al Real Madrid le costó entrar en el juego. Se adelantó Cristiano en el marcador pero la Juve supo reaccionar e igualar el partido con una jugada por la izquierda, para llegar con un empate a 1 al final de la primera mitad que no hacía tenerlas todas consigo a los aficionados madridistas.
Sin embargo, en la segunda mitad un Real Madrid sabiamente dirigido por Zidane dejó de sufrir, el decorado cambió y convirtió esta final de la Champions League en una de sus noches más memorables, goleando a un equipo que encajó más tantos en esta final que en toda la competición.
A pesar de que su entrenador intentó algún cambio de banquillo que pudiera salvar el partido, poco se pudo hacer por parte de la Juventus. El Real Madrid se convirtió en dueño y señor del terreno de juego.
Por el Real Madrid marcaron Cristiano Ronaldo, Casemiro, de nuevo Ronaldo y Marco Asensio, mientras que el solitario gol de la Juve fue materializado por Mandzukic.
En total, durante todo el partido se contabilizaron 9 remates a puerta de la Juventus por 18 de su rival.
A lo largo de toda su historia, el Real Madrid ha llegado a 15 finales de la Copa de Europa, y con este triunfo se ha alzado con la victoria en 12 de ellas. De esta forma, el equipo blanco ha vuelto a hacer historia al ser el primer equipo capaz de ganar dos títulos de la UEFA Champions League consecutivos (2016 y 2017). Por otra parte, ha conseguido el doblete, en Liga y en Champions, algo que no conseguía desde el año 1958. Otra extraordinaria gesta que sumar a su extraordinaria vitrina de trofeos.
Las celebraciones todavía duran varios días después. Hace unas horas, el presidente Florentino Pérez se refería con orgullo a su equipo denominándolo “el mejor equipo del mundo”.