Ya superado el medio año de 2015 los hábitos de consumo de los conductores comienzan a ser analizados y comparados con anteriores periodos. Y los datos no podrían ser más llamativos, pues a primera vista el sector está en un buen momento, con cifras de ventas cada vez mayores, sin embargo la preocupación de los conductores españoles por el ahorro de consumo e incluso ahorro en la compra de nuevos vehículos también va en aumento. Esto significa un claro equilibrio de lo que busca el comprador y lo que ofrece la casa de ventas, gracias principalmente a una evolución del sector.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el gasto en la compra de nuevos vehículos se ha incrementado en un porcentaje positivo del 17,8% en comparación a los datos obtenidos en el mismo periodo de 2014.
Este estudio muestra incluso los gastos realizados en diferentes categorías, con lo que hemos podido saber que los carburantes y lubricantes suponen el 4,8%, la compra completa del automóvil un 2,7% y las reparaciones un 2,3%, respecto al gasto medio total.
Esto también refleja una mayor importancia por parte del conductor medio respecto al cuidado de su vehículo, tanto de forma global como de sus piezas a nivel individual. Comprar neumáticos de calidad, utilizar carburantes más eficientes o incluso una conducción más comprometida con el ahorro de combustible son nuevas características de los conductores actuales.
Es decir, que si bien el gasto en el sector ha aumentado ligeramente respecto a 2014 (sigue muy lejos de alcanzar cifras de otros años como el glorioso 2008), los conductores españoles se fijan más en el ahorro con el fin de que su inversión sea la mínima posible y sin que por ello se acabe finalmente en una compra fallida que suponga más gasto a corto plazo.
Prueba de ello es la Encuesta de Población Activa (EPA) realizada en mayo de 2015, en la que se reflejaba un descenso de 2.000 euros en lo que se refiere a importe medio solicitado para la financiación de un vehículo, siendo inicialmente 15.000 y estando en la actualidad en 13.000.
Por tanto, el conductor medio pide menos dinero para financiar su coche, en parte porque el precio de los mismos es menor, pero también porque se identifica una importancia en el ahorro del gasto medio de la familia que, como en otros sectores, también ha influido en el del motor. Del mismo modo, también se achaca este descenso a la menor concesión de créditos de financiación por miedo a impagos.
Por último, llama la atención la presencia de informes que constantemente argumentan la mayor importancia del conductor en el ahorro de su vehículo, en relación a una conducción más eficiente. De esta forma, se puede identificar que el 78% de los conductores se preocupan por ahorrar en combustible durante su trayecto. Algunas de estas medidas implican buscar gasolineras más baratas, una conducción menos agresiva con los neumáticos, marchas en revoluciones más holgadas o incluso la menor utilización de «extras» que pueden suponer un mayor gasto en el vehículo.