Hace unos años solo las empresas muy grandes contaban con un centro de datos donde poder almacenar la información de sus clientes. Con la llegada del big data y la importancia que se le está empezando a dar a estos datos para conseguir vender más, son muchas las empresas de un tamaño medio que se están animando a tener su propio centro de datos.
Aunque pueda parecer algo muy caro para estas empresas que no tienen un gran capital para invertir en un centro de datos propios, existe la posibilidad de contratar uno externo. Empresas como Interxion ofrecen este tipo de servicio y según nos confirman, es todo un éxito.
En estos centros de datos (que suelen ser habitaciones o jaulas individuales para cada empresa), se almacenan una gran cantidad de servidores donde las empresas guardan datos confidenciales de los clientes. Datos que pueden servir para hacerle una oferta especial en un determinado momento, darle facilidades de pago para asegurar una compra o cualquier otra estrategia donde la empresa puede salir muy beneficiada.
Hay que mencionar también que estos centros ayudan a que las empresas puedan cumplir con la legalidad vigente en lo que a almacenamiento y procesamiento de datos se refiere. Que estén en estos centros, alejados de posibles fallos y filtraciones supone que con casi total seguridad la empresa cumplirá la ley y no tendrá que pagar las grandes multas que la LOPD suele imponer a las empresas que no gestionan bien los datos de sus clientes.
El futuro está aquí y cada vez más empresas se van uniendo a este almacenamiento inteligente de datos para conseguir conocer más a sus clientes y darles lo que necesitan cuándo lo necesitan. Esa es la clave del big data y lo que le está haciendo cada vez más importante.