Hacienda tiene vigilados a unos 15.000 contribuyentes que han realizado transacciones con criptomonedas a lo largo del último año.
La vigilancia que ejerce Hacienda se basa en la supervisión de la declaración de estos contribuyentes sobre las plusvalías o beneficios de sus operaciones y del posible blanqueo de dinero a través del uso de las monedas virtuales.
Esta es una de las principales preocupaciones del Ministerio de Hacienda, que considera el avance de las nuevas tecnologías y la utilización de los nuevos formatos del dinero una de las principales grietas por las que se puede colar el fraude fiscal.
Ya a principios de año la Agencia Tributaria lanzó una campaña que incluía requerimientos para 60 entidades que operan con criptomedas, entre ellas 16 grandes bancos que trabajan en España, diferentes empresas intemediadoras y otras entidades financieras que operan con las criptomonedas. El fisco español avisó entonces de que vigilaría la incidencia fiscal este fenómeno creciente gracias a las nuevas tecnologías.
Como resultado de ese plan de control se ha llegado a la identificación de 15.000 contribuyentes que realizan transacciones con estas divisas digitales.
En primer lugar, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) realizó una investigación minuciosa para llegar a una selección de contribuyentes. El siguiente paso consistirá en aislar los perfiles de riesgo para dar inicio a las inspecciones.
La campaña de la Renta 2018 estará marcada por esta investigación, ya que Hacienda va a supervisar la declaración de plusvalías generadas por las criptomonedas, que tributan con en la base imponible del ahorro con unos tipos de gravamen que van del 19% al 23% en función de las ganancias.
No obstante, no se trata de una operación que vaya a proporcionar una gran recaudación para las arcas públicas del estado, pero se intenta controlar a través de ella actividades complejas que hasta ahora han estado poco reguladas y que no han sido nada transparentes. En este punto hay que señalar que la titularidad de los bitcoins es opaca para las autoridades fiscales y que, de no poner en marcha operaciones como la impulsada por Hacienda, es imposible seguir el rastro a la negociación con estas monedas.
La compra y la negociación de las criptomonedas suele realizarse a través de webs que se encuentran situadas en otros países, a través de mercados complejos e intrincados, lo que provoca que sean un buen caldo de cultivo para los grupos criminales que quieren tapar sus actividades delictivas.