El Brexit ha revolucionado el panorama europeo. Desde su anuncio no paran de hacerse especulaciones en torno a las consecuencias que pueda tener. Y uno de los sectores más sensibles es, sin lugar a dudas, el sector financiero. Según ha informado recientemente The Observer, los principales bancos británicos podrían decir adiós al Reino Unido en 2017.
El citado dominical recoge las declaraciones de Anthony Browne, a través de un artículo de su propia autoría, en el que el responsable de la Asociación de banqueros británicos manifiesta tener la sensación de que el debate político les está llevando en una dirección equivocada. Según su testimonio peligran 1,1 billones de libras, justamente la cantidad que los bancos británicos prestan a empresas y gobiernos de los 27 países de la Unión Europea
De acuerdo con el contenido de esta información, muchos de los bancos ya se preparan para buscar nuevos emplazamientos en otros lugares de Europa. Una medida que podría tener lugar en breve, en los primeros meses de 2017. Los más pequeños incluso se preparan para abandonar el suelo británico antes de que termine el año.
Al parecer, el principal obstáculo para el sector bancario británico es la intención del gobierno inglés de asumir el control de la libre circulación de trabajadores. Algunos de los más destacados políticos europeos, como el presidente de Francia François Hollande, han sido claros al respecto: si al final Londres opta por un Brexit duro, que pase por ese control de la inmigración, las negociaciones con Bruselas serán también duras y Reino Unido deberá pagar un alto precio por su salida de la Unión Europea.
Se ha especulado con que Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo, sería una de esas entidades que estarían planteándose movilizar a su plantilla de aproximadamente 2.000 empleados a otra ciudad europea, en caso de que Reino Unido pierda sus derechos de pasaporte.
Según el grupo CityUk, más de 70.000 empleos del sector finanzas estarían en riesgo si finalmente Londres deja el bloque de la Unión europea sin haber conseguido un acuerdo que garantice el status de la City.
La primera ministra Theresa May ha señalado que sus planes pasan por activar antes de marzo el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia formalmente unas negociaciones por un plazo de dos años con Bruselas que tiene por objeto la ejecución efectiva del Brexit.