Una vez pase el actual trimestre, los analistas económicos están ansiosos por descubrir los cambios porcentuales de ventas, concretamente en lo referente a moda textil y a su vinculación con el comercio electrónico.
Los meses de mayo y junio son los más rentables en el valor de bodas y celebraciones sociales (bautizos, comuniones), lo que siempre es un impulso para las ventas de trajes para mujeres y hombres, así como también de accesorios.
En este último sentido, las pajaritas están protagonizando uno de los más rápidos auges después de una época de olvido e incluso reclusión por las líneas generales de la moda imperante. Sin embargo, comparativamente se estima que la venta de pajaritas podría haber aumentado hasta un 500% en algunos casos de tiendas concretas.
De hecho, el sector experimenta una transformación de doble vertiente. Por un lado muchas empresas de venta de prendas textiles han tenido que ampliar sus recursos, instalaciones y campañas a la venta de estos accesorios. Por otro lado, hay negocios exclusivos que han podido asentarse en el sector gracias a la imparable adquisición de estas pajaritas, como es el caso por ejemplo de Bowerloo, tienda online de pajaritas de diseño exclusivas, que refleja claramente la expansión del uso de estos complementos para el hombre.
La extensión del uso como sinónimo de éxito
El caso de las pajaritas está siendo un claro ejemplo de cómo la superación de obstáculos en entredicho puede conducir a un éxito imprevisible. Las pajaritas se descartaron paulatinamente de eventos sociales como las bodas, por considerar que su formalidad se limitaba al smoking para fiestas de etiqueta. Al mismo tiempo, su uso de manera informal quedaba tachado completamente de cualquier estilo de ropa imperante.
Todo parecía destinado (y así fue durante una época) para que las pajaritas se limitaran a casos muy concretos, hasta hace unos pocos años en los que la situación dio una completa vuelta del panorama comercial de estos accesorios. Por imposición, la pajarita se abrió hueco en las bodas y por creatividad conquistó las calles en cualquier ocasión, formal o informal, con ropa elegante o de sport. Las ventajas de llevar esta prenda con respecto a otros accesorios han sido defendidas y demostradas en la práctica por variedad, estilos, tamaños y originalidad. Todavía existe cierta reticencia de etiqueta que sugiere un uso menor de estos accesorios (igual que sucede con las corbatas en entornos informales), sin embargo, las ventas se suceden de manera continua.
El mayor apoyo que disfruta está en Internet, donde blogs y portales de moda abrazan este renacido accesorio y donde el comercio electrónico nutre de todas las unidades necesarias, gracias a que es un elemento fácil de compaginar con otras prendas, sin que por ello el usuario vaya a sentir que le quede mal. Por estas razones, 2016 podría ser un año de impulso para el sector textil, con las pajaritas como principales artífices de la revolución.