Los exámenes psicométricos les permiten a personas o empresas poder evaluar el estado mental de los sujetos de prueba. Es una medida objetiva y estandarizada que permite hacer descripciones de algunas características de las personas.
Cuando alguien presenta este tipo de examen, usualmente cree que lo están evaluando para ver si está loco, y las personas que lo aplican lo hacen justo por eso. ¿Qué tan peligroso sería para una empresa contratar a un individuo que no esté mentalmente estable? Estos exámenes no solo se limitan a evaluar a la persona dentro de una empresa, sino que también pueden aplicarse al campo de la educación, para comprobar que el futuro alumno pueda aguantar la presión del modo de trabajo de la institución.
Un test psicométrico no solo sirve para evaluar el comportamiento de un individuo, sino también para evaluar su capacidad cognitiva, y así asegurarse de que se pueda desempeñar correctamente en el papel que podrá asumir en un futuro.
Muchas personas piensan que los test son solo una formalidad, pero no se les debe de restar importancia, ya que a menudo son un factor determinante en la decisión de un entrevistador.
No todos los test son iguales, algunos determinan si la persona es creativa, buena solucionando problemas, si tiene capacidades analíticas, etc. Otros se encargan de evaluar la personalidad, sus motivaciones, sus gustos, y esto a veces da un muy buen panorama de quien es la persona con la que se está tratando.
Estos test están diseñados para sacar el subconsciente de las personas, y por lo mismo, no existen las respuestas correctas o incorrectas. Pero las personas se empeñan en escoger la “mejor” respuesta, aunque esta no refleje su verdadera personalidad, y esto puede ser contraproducente.
Ya que se ha diseñado el test para analizar la personalidad, cualquier inconsistencia en el mismo resaltará a la vista del entrevistador, y esto podría negarle el acceso a la persona que está siendo entrevistada a ese trabajo deseado, o a esa escuela soñada. No hay que tener miedo a estos exámenes, pero tampoco hay que tomarlos a la ligera, ya que cualquier mentira, tarde o temprano se revelará.