“Serias dudas”. Con esa expresión ha manifestado la Unión Europea (UE) su postura ante los resultados de la Asamblea Constituyente venezolana. El organismo europeo tiene serías dudas de que el resultado pueda ser reconocido.
Mina Andreeva, portavoz de la UE, ha hecho estas declaraciones después de que diversos países, entre otros España, se muestren en contra del reconocimiento de dichos resultados electorales.
México, Colombia, Argentina y Estados Unidos también se han mostrado partidarios de negar su reconocimiento a la votación.
Las elecciones se han producido en medio de un clima de tensión, violencia, disturbios y una ruptura de las negociaciones con la oposición venezolana que ha lamentado profundamente la Unión Europea, que ha condenado también el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del estado.
De esta forma, el organismo europeo expresa su preocupación por el futuro que la democracia puede tener en Venezuela. Así pues, desde el departamento de Política Exterior y Seguridad Común trabajan ya en una respuesta conjunta de los 28 países miembros de la Unión.
A pesar de la absoluta legitimidad popular que le otorga el gobierno venezolano a través de su presidente Nicolás Maduro, la oposición se muestra en absoluto desacuerdo. Según las fuentes oficiales del gobierno venezolano, a través de su Consejo Nacional Electoral (CNE) habría votado un 41,43% del censo, alrededor de 8,1 millones de venezolanos. Sin embargo la oposición asegura que solo habría votado el 12% del censo.
La Unión Europea entiende que Venezuela tiene instituciones legítimas elegidas de forma democrática, que deben garantizar y trabajar para alcanzar una solución a la crisis actual, a través de la negociación política, para restaurar el espíritu de la Constitución y recuperar la confianza perdida. En su opinión, una Asamblea Constituyente escogida en un clima de violencia y que da lugar a muchas dudas no puede formar parte de esa solución necesaria.
Al respecto, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que realiza una labor mediadora entre el gobierno y la oposición en el país sudamericano, expresó su deseo de que el proceso electoral transcurriera en paz. Según su opinión, el principal responsable de garantizarla es el Gobierno y debe apoyar la negociación con nuevos gestos, que debería haber hecho antes de estas elecciones. No obstante, también recalcó que la voluntad y el trabajo de la oposición también debe contribuir a hacerlo posible.