Es pública la postura de la Administración Trump sobre el cambio climático, radicalmente distinta a la de su predecesor Obama, que ha motivado su boicot a los acuerdos internacionales preestablecidos en materia de medio ambiente.
Ante este estado de cosas, el presidente francés Emmanuel Macron ha hecho un llamamiento para la movilización del mundo financiero y de los poderes locales ante el peligro que representa el calentamiento global. Estas declaraciones las hizo en el transcurso de la Cumbre del Clima celebrada en París ante un auditorio compuesto por más de cincuenta jefes de estado y de gobierno, además de otros dirigentes políticos y hombres de empresa.
La One Panet Sumit es el nombre de esta cumbre convocada precisamente por Macron, que conmemora el segundo aniversario del acuerdo de París. Este nuevo encuentro quiere transmitir el mensaje de que, a pesar de la evidencia del cambio climático y sus fatales consecuencias, el ser humano sigue resistiéndose a abandonar las energías más contaminantes.
“Estamos perdiendo la batalla”, declaro Macron, que planteó que es el momento de pasar a la acción, sobre el terreno, con la actuación del mercado y de las ciudades y regiones. Durante esta cumbre se ha hablado más de políticas locales y de banca e inversiones que de los últimos avances científicos o de cuestiones diplomáticas.
La cumbre ha sido organizada por el gobierno francés, la ONU y el Banco Mundial. Precisamente, su presidente Jim Yong Kim advirtió de que la única manera de hacer frente al problema con efectividad es conseguir que financieros e inversores comprendan que hacer una labor medioambientalmente beneficiosa para el mundo, invirtiendo en proyectos relacionados con la adaptación y control del cambio climático, es compatible con la posibilidad de ganar dinero.
A la cumbre no asistieron ni Angela Merkel ni Vladimir Putin, por supuesto tampoco acudió el presidente de Estados Unidos (sí lo hizo un funcionario de su embajada en París), el segundo país en emisiones de gases contaminantes, inmediatamente después de China, que tampoco envió a su primer mandatario Xi Jinping.
Sin embargo, la sociedad estadounidense, a través de destacados representantes, sí que acudió a la cumbre y expresó un mensaje de reprobación a la actitud de Donald Trump. El exsecretario de estado John Kerry señaló que la toma de decisiones del actual presidente “no se basa en los hechos, ni en la ciencia ni en el sentido común”. Es simplemente una decisión autodestructiva, en opinión de Kerry.