Desde finales de 2015 hasta las últimas semanas de 2016, la venta de productos relacionados con los huertos urbanos como las mesas de cultivo, han crecido considerablemente en todas las ramas del sector. Las razones de este incremento de ventas son varias, si bien el ahorro económico, la facilidad de uso y el poco espacio que ocupan son los factores más influyentes.
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Mesas de cultivo automáticas
Las mesas de cultivo automáticas se han convertido en una solución ideal entre los que acogen esta práctica de huerto urbano como hobby o afición, ya sea de forma individual o en familia.
El sistema automático de riego que tiene, implica que el consumidor apenas necesita dedicarle tiempo para asegurarse de un correcto funcionamiento. Curiosamente esta facilidad de uso motiva una mayor dedicación personal de muchos usuarios, fascinados por el crecimiento de sus plantas, vegetales o verduras, en el pequeño espacio que hayan escogido para ello.
Las ventajas de usar un kit de cultivo
Una de las principales diferencias entre una mesa de cultivo automática y cualquier otra solución de huerto urbano se encuentra en los materiales necesarios para su aprovechamiento.
Al tratarse de un sistema cerrado de cultivo, en el que el proceso sigue unas pautas concretas, el kit de cultivo necesario para su funcionamiento no ofrece demasiadas variables. Esto facilita al consumidor su compra, dado que no tiene que escoger entre infinidad de opciones, de las que no sabe cuáles son más ventajosas que otras.
Igualmente también supone un ahorro económico, dado que evita la compra de materiales y accesorios innecesarios y, al ofrecerse todo en un kit, supone una inversión menos costosa que la compra individual de elementos.
Una mesa de cultivo para cualquier rincón de la casa
Por último, aunque no por ello menos decisivo, se encuentra el tamaño de la mesa de cultivo como principal motivo de su adquisición. La misma definición de huerto urbano implica que el consumidor carece de terreno en el que realizar plantaciones, por lo que estamos ante un perfil de comprador con una vivienda en la que, como mucho, disfruta de balcón o terraza.