Un juego didáctico es una actividad participativa de enseñanza que utiliza la diversión con el objetivo de facilitar un proceso de enseñanza y aprendizaje y de desarrollar determinadas conductas, capacidades y práctica de conocimientos.
Se realizan utilizando juguetes para niños que se utilizan para el refuerzo de conductas.
Actualmente, vivimos en una sociedad hiperconectada en la que predominan las nuevas tecnologías y las situaciones multipantalla como vehículos del aprendizaje de nuestros menores, es fundamental conservar un espacio en su día a día para el juego tradicional acompañado del uso de material didáctico que permite la estimulación multisensorial del menor.
Puzzles, cartas, juegos de madera, rompecabezas, juegos de mesa… todos ellos pueden ser instrumentos útiles para propiciar el juego educativo. Dado que los niños aprenden mucho por imitación, es recomendable que los padres participen con ese tipo de juguetes o herramientas de manera que los más pequeños se animen a entrar en el juego.
¿Cuáles son los principales beneficios del juego educativo?
Los juegos educativos son eficaces para el desarrollo de las habilidades cognitivas, creativas y sociales. Ofrecen herramientas para asimilar aspectos esenciales del mundo que les rodea.
Concretamente su utilización permite:
- La mejora de la memoria: muy útiles para este cometido los juegos de cartas de parejas, cartas invertidas y en general todos aquellos que implican actividades de memorización y concentración. Los juegos que incluyen aspectos matemáticos suelen incentivar el campo cognitivo, gracias a que suelen basarse en repeticiones de patrones, que estimulan el intelecto y el área de la memoria.
- Desarrollo de habilidades sociales: gracias a la interacción con otras personas los nilos pueden desarrollar sus habilidades sociales convenientemente, estableciendo una comunicación rica, respetuosa y saludable.
- Desarrollo de habilidades motoras: en esta categoría entran aquellos juegos que requieren de la interacción física con los elementos de su entorno, ya que provocan el desarrollo del sistema motor desde el momento en que estos juegos implican moverse y jugar con los elementos más cercanos.
- Mejora de la autoestima: los juegos educativos contribuyen al desarrollo de la autoestima. Estos juegos incluyen recompensas para los menores, así como el estímulo para su autoevaluación, con ayuda de padres o profesores. Asimismo, estos juegos permiten estar bien preparados para saber gestionar el sentimiento de fracaso. Es importante saber que cuando se juega no siempre se gana, hay que aceptar las derrotas con deportividad pero con afán de superación, y hay también que aprenderá ganar también con deportividad.