¿Sabías que el papel de fumar es un invento español? La historia del origen del papel de fumar guarda infinidad de anécdotas y curiosidades que deberían ser conocidas por todos, independientemente de si somos fumadores o no.
¿Dónde nació la idea de crear el papel de fumar? ¿Cuál fue la primera marca que se creó? ¿Cuándo se comenzó a comercializar? A continuación os contamos qué se esconde detrás de este sencillo elemento que las personas fumadoras usan en su día a día.
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Conoce cuál es la historia del papel de fumar
Hoy en día el papel de fumar es uno de los productos más vendidos en estancos y en tiendas especializadas en tabaco, contando en el mercado con una gran variedad de tipologías, gramajes, colores y tamaños. Sin embargo, a pesar de que hoy en día el papel de fumar es un producto muy común, no siempre fue así. De hecho, su origen se remonta a 1154, año en el que comenzó su fabricación en las comarcas de Xàtiva y Alcoy, en la Comunidad Valenciana. Con tradición musulmana, que a la vez aprendieron por influencias chinas, el papel de fumar de entonces estaba fabricado normalmente con cáñamo y, a veces, con otro tipo de fibras como algodón o lino. De hecho, tal fue su aceptación en la sociedad que en poco tiempo comenzó a ser utilizado como moneda, al igual que sucedió años atrás en China.
Una vez el tabaco llegó desde el Nuevo Mundo en el siglo XVI, su consumo aumentó vertiginosamente pero solo en las altas esferas ya que era un producto sumamente caro. Los campesinos y mendigos recogían las colillas que los aristócratas tiraban al suelo, las resquebrajaban, volvían a prensar los trozos y a enrollarlos con pequeños trozos de papel de periódico. Fue así como se comenzó a crear lo que hoy en día podríamos denominar como papel de fumar.
¿Cómo se hace el papel de fumar?
Cuando esta costumbre llegó a la Comunidad Valenciana, vieron la necesidad de crear un papel fabricado especialmente para fumar ese tabaco desmenuzado. En Alcoy comenzaron entonces la producción de un primer papel blanco y de combustión limpia, ofreciendo así un papel mucho más sano y sin tanto tóxicos como el de periódico. Sin embargo, su forma no era como la de los actuales papeles de fumar: se trataba de una hoja de gran tamaño que el consumidor iba cortando según necesitaba. El éxito de este papel para fumar no tardó en extenderse por el resto del país.
Los fumadores de la época doblaban y partían aquellas grandes hojas para fumar en el tamaño estándar que comenzó a conocerse como “tamaño español”. Fue en 1764 cuando comenzaron a aparecer las primeras marcas de papel de fumar, comenzando también la exportación a países extranjeros.
A principios del siglo XIX, empieza la gran expansión del tabaco de liar por diferentes países de Europa. El corte de los papeles se produjo en 1815 cuando un monje dominico que vivía cerca de Xàtiva cayó en la cuenta de que sería mucho más cómodo cortar el pliego de papel en la medida necesaria y protegeros con un pequeño librito. Es curioso observar como aquella sencilla idea ha perdurado en el modelo hasta la actualidad.
Desde entonces, el uso y consumo del tabaco y del papel de liar ha ido creciendo de manera exponencial a lo largo del tiempo, originándose nuevos tipos de papeles y diferentes marcas, como Smoking Paper, encargadas de la producción del actual papel de fumar.
Smoking Paper, una de las marcas líder del mercado actual
Claro ejemplo de ello es Smoking Paper ®, una de las marcas españolas más populares en el sector, que nació para fabricar papel de fumar de una manera totalmente artesanal en el siglo XVIII. En 1914 fue cuando comenzaron a fabricar sus primeros libros de fumar, dando así un gran salto en la fabricación de este papel. Posteriormente, en 1939, Smoking Paper se convierte en la marca líder del mercado español, siendo una auténtica referencia en el ámbito del papel de fumar. Hoy en día la marca española continúa adaptándose al día a día para ofrecer en cada momento lo que la sociedad demanda para cada instante.
Actualmente podemos encontrar diferentes tipos de papel de fumar, fabricados con diversos materiales naturales y ofreciendo diferentes experiencias a la hora de fumar dependiendo del tipo de papel, longitud, grosor y velocidad de combustión. Sin embargo, no debemos olvidar que todas y cada una de estas diferentes opciones con las que hoy contamos son, en parte, gracias a aquellos primeros formatos de papel de liar que siglos atrás usaron y que, con el tiempo, han ido evolucionando hasta los formatos actuales con los que hoy contamos.