La nueva temporada de Juego de Tronos ha traído consigo un debate del todo inesperado. Más allá de la fidelidad al libro o la mejor o peor elección de los actores, el nuevo debate sobre Juego de Tronos en España tiene que ver con el doblaje.
Todo empezó con la emisión del primer capítulo de la temporada 4 de Juego de Tronos en Canal Plus. Tras meses de campaña publicitaria, los espectadores de la serie en España nos alegramos al conocer la noticia de que solo tendríamos que esperar un día para ver la serie en español tras su estreno en EE.UU. Pero en aquel entonces nadie recaló en que Canal Plus solo dijo «en español», sin especificar si se trataría de doblaje o subtítulos.
Pues bien, la confirmación llegó con la emisión del primer capítulo en España, donde la mayoría de espectadores se sorprendieron al encontrarse la serie en versión original con subtítulos en castellano. La indignación se hizo dueña de la mayoría de televidentes del canal, quienes se mostraban molestos por tener que ver la serie subtitulada y por el «engaño» ocasionado por la poco esclarecedora publicidad que había llevado a cabo la cadena.
Estoy de acuerdo en que como usuarios de un canal de pago los usuarios de Canal Plus tienen más derecho a reclamar un mejor servicio. Sin embargo, es importante recordar que disfrutan de una serie casi en primicia, con solo un día de diferencia con el estreno en EE.UU, algo que impide que la serie pueda ser doblada con la suficiente calidad que merece. No soy ningún experto en doblaje, pero considero que doblar un capítulo de una hora, con la cantidad de personajes que tiene la saga, es una misión prácticamente imposible.
Además, en mi opinión, una serie en versión original es una buena manera de apreciar la calidad interpretativa de los actores, así como una buena herramienta para familiarizarse con un idioma extranjero.