Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España se sitúa a la cabeza de la Unión Europea en esperanza de vida al nacer. La cifra se coloca en los 82,5 años, casi la misma que el año pasado y 5,5 años más que en el año 1990.
Las mujeres españolas, con una esperanza de vida de 85,5 años, tienen la segunda esperanza de vida más alta de los 34 países de la OCDE, tan solo por detrás de las japonesas (86,4). Los hombres en España tienen una esperanza de vida de 79,5, lo que les coloca en el puesto nueve en el ránking de la OCDE.
La media de la OCDE es de 80,2 años. En este caso España solo tiene por delante a dos países europeos no miembros de la UE: Suiza e Islandia.
Los expertos tienen clara la respuesta que explica una esperanza de vida tan alta en España: el sistema de salud pública.
En Europa la longevidad ha crecido en 5,1 años desde 1990. El motivo de este aumento en la esperanza de vida tiene que ver con un menor número de gente fallecida por enfermedades cardiovasculares, sobre todo en personas de entre 50 y 65 años.
Otros datos revelan que las mujeres europeas viven con buena salud hasta los 62,3 años y los hombres hasta los 61,3. Estas cifras aún son mayores en España, donde las mujeres gozan de buena salud hasta los 65,7 años y los hombres hasta los 64,7.
Según la Cámara la cobertura sanitaria ha motivado el gran salto cualitativo en España en las últimas décadas. Gracias a esto en nuestro país no existen muchas diferencias entre ricos y pobres, algo que si sucede, por ejemplo, en Estados Unidos.
Sin embargo, el gasto público en sanidad ha ido bajando desde el inicio de la crisis. Aunque la Cámara afirma que la sanidad de nuestro país «sigue siendo la base».