En España cuatro millones de personas viven en exclusión social severa, una situación de extrema vulnerabilidad que afecta a 1,2 millones más que en 2007. Estas son las conclusiones del último informe de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), una fundación que se constituyó en 1965 con el impulso de Cáritas Española.
El informe también concluye que la pobreza se ha cronificado en nuestro país, los casos más graves se han consolidado en todos aquellos casos en los que resulta difícil acceder a derechos sociales como una vivienda o un puesto de trabajo.
De 2007 a esta parte se ha incrementado la distancia entre los ciudadanos que pueden permitirse vivir con normalidad y de aquellos que viven en situación de exclusión social. Por otro lado, alrededor de seis millones de personas se han recuperado de una forma tan endeble que de producirse una nueva crisis tendrían muchas probabilidades de volver a una situación de exclusión.
La situación es más dura en el rango de edad comprendido entre los 45 y los 64 años, que ha aumentado en más de 5 puntos su nivel de exclusión social desde 2007, pasando de una cifra del 13,1% registrada en aquel año al 18,4% de hoy en día. Precisamente el informe plantea este como uno de los grandes retos de nuestra sociedad: mejorar la inserción laboral de los adultos mayores de 45 años.
Según el estudio de FOESSA, España se recupera de la crisis a dos velocidades. Existe aproximadamente una mitad de la población (calculada según la encuesta en un 48,4%) que vive una situación de integración plena, una cifra que se acerca mucho l 49% registrado en 2007. Sin embardo, 8,8 millones de personas viven en exclusión social, atravesando serias dificultades para acceder a derechos básicos.
Dentro de este grupo una cifra ligeramente superior a 4 millones viven una situación de exclusión moderada, ya que pueden salir adelante gracias al apoyo social o ayudas públicas, mientras que otros 4 millones no disponen de apoyos y se sumergen en una exclusión social severa. Los que viven esta situación más precaria son los que superan en un 40% las cifras registradas en 2007.
La última década se ha saldado en España con una pobreza que se enquista en nuestra sociedad y un espacio de integración con bases más débiles.