En las últimas dos décadas los cambios que ha sufrido nuestra sociedad y nuestra demografía han tenido repercusiones importantes en la manera en la que organizamos el interiorismo de nuestro hogar.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el cambio experimentado en la cantidad de miembros que componen nuestras familias. Hace poco más de 25 años el tipo de familia más habitual era el de un matrimonio con dos hijos.
Un cuarto de siglo después, el tipo de familia más habitual es el de una pareja sin hijos, y a continuación el de una pareja con un hijo único. Además, cada vez hay menos familias numerosas y más hogares monoparentales.
Todo ello tiene como consecuencia que las viviendas tienen cada vez menos habitaciones, hasta reducirse en un numero de dos o menos.
Otra consecuencia es que el salón gana protagonismo dentro de las viviendas, poniendo especial énfasis en el interiorismo de esta estancia, incrementando su función social y de espacio de ocio.
Como hemos visto, cada vez existe más diversidad en cuanto a los tipos de familia. Por este motivo, las viviendas se presentan en el mercado con mucha mayor flexibilidad para satisfacer a todo tipo de público y adaptarse a cada caso.
Otra estancia que adquiere una nueva función es la cocina, que aparte de la actividad culinaria toma un papel más social. Por eso han ido ganando adeptos las reformas de cocinas abiertas o integrarlas en el salón. De esta forma se amplía el espacio de reunión.
La cocina pierde intimidad, que siguen conservando espacios de la casa como los dormitorios y los baños. Al respecto de los baños, estos se construyen cada vez más grandes, debido al creciente culto al físico y a la imagen que tenemos en nuestra sociedad.
Los baños se convierten en spas en miniatura, y las reformas en este espacio de la casa se orientan al cambio de bañera por plato de ducha, hacer más grandes los espejos y utilizar madera para estanterías y encimeras. Por otra parte, la tendencia de incluir dos baños en nuestros hogares cada vez cobra más fuerza.
Otro de los rasgos que caracterizan nuestra sociedad es la concienciación hacia el cambio climático. Esto hace que en el mundo del interiorismo y la decoración de viviendas se utilizan cada vez más materiales naturales, orgánicos, sostenibles o reciclados.