En pocos años la tecnología ha entrado en nuestras vidas de una forma arrolladora, afectando a todos los ámbitos y sectores. La educación no es una excepción y la llegada de los ordenadores a las aulas es ya un hecho. Si bien, todavía queda un largo camino por recorrer en este sentido, ya que muchos son los colegios y los centros educativos que no han dado el paso definitivo hacia la digitalización.
Aunque, como cualquier cambio educativo tiene sus puntos débiles y sus puntos fuertes, introducir los ordenadores en clase supone muchas más ventajas de las que a priori podría parecer. Como contrapartida, mucho citan el elevado coste de los equipos informáticos. En este sentido, una buena posibilidad es recurrir a los ordenadores de segunda mano (ya sean portátiles o equipos informáticos de segunda mano), lo que reduce de forma considerable el importe por estudiante sin renunciar por ello a las prestaciones o a la calidad de los equipos.
Como ventajas de este sistema, conviene destacar que permite a los estudiantes aprender el lenguaje audiovisual y entrar en contacto con las nuevas tecnologías ya desde bien pequeños, de manera que los niños pueden educarse ya desde una edad temprana en el uso responsable de internet y el mundo digital.
Es además, una buena forma de motivar a los más pequeños (un ordenador resulta siempre más llamativo que un libro de texto y atrae su atención de una forma mucho más poderosa), de ofrecerles una forma más interactiva de trabajar en clase y de proporcionarles estímulos que les ayuden a aprender. El sistema de aprendizaje por ordenadores permite, además, un seguimiento más personalizado y la posibilidad de que cada niño trabaje a su ritmo y en función de sus necesidades.
Sin embargo, las ventajas no son sólo para los alumnos. Los profesores y educadores pueden beneficiarse también de forma muy notable de este tipo de educación con una mayor presencia de las nuevas tecnologías. Algunas de las ventajas para los profesionales de la educación son la posibilidad de realizar un seguimiento más individualizado de los alumnos, una mayor facilidad para realizar evaluaciones y controles y la liberación de realizar tareas repetitivas, entre muchos otros.