Desde hace ya 10 años el Instituto Legatum, entidad sin ánimo de lucro con sede en Londres, elabora su ranking de los mejores países para vivir, los países con mayor calidad de vida.
Para elaborar este índice de prosperidad se tienen en cuenta hasta un total de 104 variables, entre las que se cuentan el bienestar económico, la libertad, el cuidado medioambiental y la calidad de los servicios sanitarios.
Este año, la clasificación de los mejores países para vivir ha quedado como sigue:
- En primera posición se encuentra Nueva Zelanda, un país que repite por sexta vez liderando el ranking en los últimos diez años. El país ha sabido recuperarse de la crisis, sobre todo a partir de 2012, gracias a las reformas políticas y sanitarias.
- Noruega es otro de los países que, año tras año, no abandona los puestos de cabeza. Un país en el que su gobierno ha hecho especial hincapié en materia de igualdad de género, así como en el apoyo al comercio y a la inversión dinámica.
- Finlandia en el tercer puesto, es considerada por los responsables de este ranking como el país con el mejor gobierno del mundo. El índice destaca sus grandes logros en cuanto a gobierno, educación y libertad individual.
- Educación de calidad, corrupción escasa, economía estable e instituciones fuertes son las principales razones que hacen a Suiza merecedor del cuarto puesto en esta clasificación.
- En el quinto puesto, saltando de continente, figura Canadá, con una alta expectativa vital, una valoración por encima de la media en educación, una baja tasa de paro, calidad medioambiental…
Completando el Top Ten, por detrás de estos cinco primeros puestos encontramos inmediatamente después y por este orden a Australia, Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Reino Unido.
España figura en el puesto número 21, sin apenas variación en los últimos años en los que se ha mantenido en los puestos 20 ó 21. Según este informe, desde 2015 se ha atravesado un periodo de estancamiento que ha traído consigo cierto retroceso tanto en el terreno de la libertad personal como en el de capital social. Por otra parte, en la última década se ha pasado de un superávit moderado a una situación de déficit que se junta con una caída en cuanto a gobierno e instituciones devaluadas. En la balanza positiva habría que colocar la sanidad, la seguridad y el Medio Ambiente.