Según un informe de Moody’s Analytics, proveedor de datos y análisis de esta agencia, la recuperación económica española se está resintiendo debido a la inestabilidad política y la falta de entendimiento que en estos momentos caracteriza las negociaciones para formar gobierno. Después de dos elecciones generales el clima político parece abocado a convocar a los ciudadanos a unos terceros comicios. En consecuencia la recuperación se va ralentizando, según las conclusiones del citado informe.
Los expertos vaticinan que va a ser muy difícil que Mariano Rajoy pueda formar gobierno. Asimismo, no ven posible un intento de solución de gobierno de izquierdas, dadas las diferencias entre PSOE y Podemos. El resto de combinaciones ni suman ni parecen verosímiles. Los partidos políticos españoles, según el citado análisis, “son incapaces de resolver sus diferencias”.
Así que en el horizonte sólo hay un escenario que parece seguro: la prolongación de un gobierno en funciones, que va a generar mayor inestabilidad política durante más tiempo del esperado.
Otro de los aspectos que se analizan es la cuestión separatista catalana. El distanciamiento del Reino Unido con respecto a Europa parece haber fortalecido el sentimiento separatista, si bien ya había crecido con fuerza en los últimos años. En este punto el informe recuerda el plan de independencia que recientemente ha aprobado el Parlamento catalán.
El consumo y la inversión se consideran dos de los pilares básico para la recuperación. Sin embargo, Moody’s afirma que el contexto político está erosionándolos, de tal forma que, en el caso de la inversión, aunque vamos a seguir creciendo, observaremos un desaceleramiento desde el 3,7% de 2016 hasta el 2,5% de 2017.
Otro de los puntos clave es el mercado laboral. Aunque se han conseguido mejoras en este sentido, el análisis indica que estamos lejos de solucionar la situación y que la tasa de paro se va a mantener por encima de los niveles de paro previos a la crisis.
El camino para mejorar la situación y conseguir apuntalar ese crecimiento económico sin sorpresas desagradables pasa por llevar a cabo reformas estructurales. Y dichas reformas deben llegar de la mano de un gobierno que tenga capacidad para tomar decisiones y llegar a acuerdos con el resto del arco parlamentario para poder ejecutar las medidas convenientes.
Para ello, el paso previo es que la clase política sea capaz de llegar a un acuerdo que garantice la gobernabilidad del país. Esto, que sobre el papel parece tan fácil y tan básico, es lo que no consiguen los políticos españoles.