Mediante una sofisticada técnica de fotografía los investigadores han podido conocer más detalles sobre Ötzi, el conocido ‘hombre de hielo’ que fue encontrado momificado en un glaciar de los Alpes en el año 1991.
Aunque ya se suponía, se pudo comprobar que el cadáver tenía más de 6.000 años de antigüedad. Además, el buen estado de conservación permitía ver como varios tatuajes decoraban su piel.
Desde entonces varios estudios han intentado desglosar e investigar los tatuajes. Sin embargo, la técnica utilizada ahora ha permitido realizar un mapeo completo de los tatuajes del ‘hombre de hielo. Se trata de un avance importante, pues son los tatuajes más antiguos documentados.
En este proceso se han descubierto nuevos tatuajes que hasta ahora eran imperceptibles, como uno que se encontraba en la caja torácica. El paso del tiempo ha ido oscureciendo la piel momificada, por lo que en algunos casos era casi imposible distinguir cualquier marca. Pero ahora, gracias a la nueva técnica fotográfica, se pueden identificar también los tatuajes en las capas profundas de la piel.
Las 61 marcas descubiertas en la piel de Ötzi son líneas de entre 0,7 y 4 centímetros de largo, en su mayoría dispuestas en grupos de dos, tres o cuatro líneas paralelas. Además, también hay dos tatuajes en forma de cruz.
Los tatuajes desconocidos hasta antes de la nueva técnica, sobre todo el de la caja torácica, son sorprendentes. Estos tatuajes son muy distintos a los que se presentan en la espalda, piernas, rodillas y pies, los cuales podrían ser resultado de algún tipo de tratamiento médico terapéutico, similar a la acupuntura.
Los nuevos tatuajes descubiertos en la caja torácica vuelven a abrir el debate sobre si los tatuajes históricos tenían su origen en motivos terapéuticos, simbólicos o religiosos.
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