La tensión del Campeonato de Moto GP se vivió en la presente edición casi hasta la última vuelta. Aunque por méritos era difícil superar a lo realizado por Jorge Lorenzo, cualquier error, caída o roce podría suponer pérdida de posiciones, puntos y del Mundial entero, que gana por tercera vez.
La carrera de Cheste destacó por dividir a los espectadores entre la cabeza de grupo con la Yamaha de Lorenzo en cabeza y las Honda de Márquez y Pedrosa pisándole las gomas por un lado y, por el otro lado, el final de la cola con un Valentino Rossi que recordó a Michael Schumacher en una de sus últimas carreras en Fórmula 1, pues ambos comenzaron al final del pelotón y sólo consiguiendo el liderato iban a ganar el Campeonato.
En aquella clásica carrera, Schumacher terminó fuera por llevar al máximo su bólido, pero la Yamaha de Rossi sí resistió el envite. Sin embargo, no le sirvió para conseguir vencer a los 3 primeros de la parrilla.
La carrera terminó con Lorenzo primero en Valencia y en el mundo entero, seguido de Márquez y Pedrosa. Muy similar a como ha quedado la clasificación general. Lorenzo es campeón con 330 puntos, pero la sombra de Rossi le ha acompañado hasta los 325 puntos. Márquez no revalida título en parte a las caídas de este año con 242 puntos, aunque también es cierto que las Yamaha han estado este año muy por encima de las posibilidades de las Honda. En cuarta posición de la clasificación general también se encuentra Pedrosa, que ha conseguido acumular 206 puntos en un campeonato en el que no estuvo cómodo del todo hasta al menos el Campeonato de Aragón en septiembre, pero ya para entonces era demasiado tarde.
¿Qué hubiera pasado si Rossi no hubiera salida desde la última posición? Realmente no se puede saber lo que en Moto GP ocurriría con sólo mover una de sus casi infinitas variables. Lo que sí está claro es que, pese a la espectacularidad del Campeonato de Cheste, este deporte no ha terminado de la forma caballerosa que se esperaba. Las últimas noticias no han tenido a Lorenzo en la portada, sino los constantes ataques dentro y fuera de la pista entre Rossi y Márquez, que llegaron a su clímax en el Campeonato de Malasia y provocaron al final la intervención de Dirección de Carrera que terminó sancionándolo y al final salió el último en Valencia. Pero el castigo no fue derivado de la acción contra el español, sino por acumulación de sanciones en todo el Campeonato, lo que demuestra que este título se gana desde la primera carrera. O no se gana.
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