El Instituto de Ciencias del Clima de la Universidad de Priceton (EEUU) ha descubierto que el impacto del cambio climático sobre los océanos en el hemisferio sur es menor que el que se esperaba, sobretodo si se compara con el norte, donde el impacto es «enorme».
Jorge Sarmiento, director y profesor del instituto de Ciencias del Clima de Priceton, indica que los «cambios no son desfavorables totalmente», en referencia a la circulación del mar en el sur afectada por el cambio climático «En el norte, el impacto es enorme, mientras en el sur hay cambios pero no parecen ser tan dramáticos como se temía», explica Sarmiento.
Añade que esta diferencia se debe a que los océanos del hemisferio sur rodean la Antártida, que actúa como «barrera robusta frente a aguas de latitudes bajas que asciendan». En cambio, el Atlántico es más susceptible a los cambios porque los continentes pueden guiar corrientes hacia el norte que modifiquen la salinidad y las propiedades del agua, mientras que el sur es más resistente, porque al no haber continentes en buena parte del hemisferio este tipo de transporte es más difícil.
«El mar del sur continúa sirviendo como freno al calentamiento global, y aunque ha sido afectado en parte, no del todo», explica el profesor Jorge Sarmiento.
El océano del hemisferio sur absorbe mucho calor de la atmósfera y dióxido de carbono, además, en esa zona se produce un afloramiento de nutrientes del mar profundo que luego se desplaza hacia el norte, convirtiéndose en sustento para aproximadamente las tres cuartas partes de la vida que se produce allí.
Sarmiento advierte que si ese mecanismo de nutrientes se detiene totalmente, la producción biológica se vería afectada hasta en un 75 por ciento y podría incluso llegar a morir.
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