El tigre de Malasia, emblema del país, se encuentra en verdadero peligro de extinción, quedando tan solo entre 240 y 320 ejemplares en estado salvaje.
A pesar del fracaso de las medidas de los últimos años, tanto instituciones públicas como asociaciones ecologistas trabajan para asegurar la conservación del que es símbolo y emblema del escudo de armas de Indonesia. Estas medidas van dirigidas a un endurecimiento de la legislación, a un mayor seguimiento del plan de conservación y a un aumento de la conciencia social por parte de toda la comunidad.
Según un informe, la población de estos animales ha disminuido del medio millar de ejemplares que se estimaban en 2008 a una población de entre 240 y 320 ejemplares. Estos datos han provocado que el tigre de Malasia sea incluido en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, pasando a recibir la calificación de «especie en peligro crítico de extinción».
De esta forma el tigre de Malasia pasa de una situación de «peligro de extinción» a «peligro crítico de extinción». El siguiente nivel en este escalafón es el de «extinto en estado salvaje de libertad».
Desde que se conociera la nueva situación del tigre de Malasia, el gobierno ha puesto en marcha un plan conjunto con varias asociaciones para tratar de preservar al animal más representativo del país.
El informe indica que el peligro más directo para el tigre de Malasia tiene que ver con la caza furtiva para el comercio ilegal. Otra de las razones, aunque de menor relevancia, es la destrucción y fragmentación de los ecosistemas en los que reside este animal.
Una de las medidas propuestas por las autoridades consiste en la creación de unas «patrullas tigres» que se encarguen de defender el hábitat y la integridad de estos animales.
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