Lo anunció su hermano, el presidente de Cuba, Raúl Castro: el pasado 25 de noviembre falleció en La Habana el comandante en jefe de la revolución cubana Fidel Castro, a la edad de 90 años. Castro fue una de las grandes personalidades políticas del s. XX, de una relevancia histórica incuestionable que ha atravesado varias generaciones.
El gobierno cubano ha dispuesto nueve días de luto nacional en los que se suprimirán las actividades y espectáculos públicos.
La muerte de Fidel Castro se ha producido 60 años después de que iniciara su rebelión para derrocar al entonces dictador de Cuba, Fulgencio Batista, hecho que se produjo en 1959. Castro era abogado, doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático.
Aunque Fidel Castro intentó en los primeros tiempos mantener buenas relaciones con Estados Unidos, tras varios desencuentros, finalmente se convirtió en uno de sus declarados enemigos y se aproximó a la antigua Unión Soviética, lo que motivó el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba.
Tras permanecer en el poder 47 años al mando de un régimen socialista construido en torno a su persona, Castro renunció a dicha responsabilidad en 2006, debido a problemas de salud. Le sustituyó su hermano Raúl Castro, que ocupó la presidencia del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros cubanos.
Tras su renuncia, Fidel Castro se dedicó principalmente a escribir artículos para la prensa, actividad que, con mayor o menor regularidad, mantuvo hasta sus últimos días.
El régimen de Castro en Cuba ha tenido numerosos partidarios y detractores, que en estos días están manifestando sus posiciones al respecto de la figura de este alto mandatario. A los que lo acusan de haber instaurado una dictadura y de haber reprimido a su pueblo, se oponen los que ven en su figura un símbolo de la lucha contra el imperialismo de los Estados Unidos que tuvo que sufrir en su país sus consecuencias.
En el plano esencialmente político la muerte de Castro supone el fin de una era para Cuba y para la comunidad internacional, aunque el régimen socialista cubano todavía puede tener su epílogo de la mano de Raúl Castro. Muchos esperan a partir de ahora una apertura de Cuba hacia una verdadera democracia.
Entre los líderes políticos de la comunidad internacional no han tardado en sucederse las reacciones. Por poner dos ejemplos, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto declaró que se fue un “referente emblemático del siglo XX”, mientras que el presidente del gobierno español Mariano Rajoy señaló que con Castro se marchaba “una figura de calado histórico”.