Donald Trump ya es presidente de Estados Unidos. Lo que en algún momento pudo parecer imposible se ha hecho realidad. El nuevo presidente llega a la Casa Blanca con el mismo tono amenazante que ya utilizara durante la campaña electoral, un discurso apocalíptico cargado de ideas proteccionistas que le presenta a él como la única solución a los males de la globalización que atraviesa su país.
No hubo el típico mensaje de unidad y concordia que debe prevalecer en una ceremonia inaugural. Al contrario, hubo ataques contra las élites de Washington y el candidato se postuló como el representante de los perdedores de la globalización. Si alguien esperaba que el Trump presidente ofreciera una imagen más institucional y abandonara el histrionismo de la campaña electoral, de momento este cambio no se ha producido.
“Desde hoy, América primero” ha proclamado el nuevo mandatario. De excéntrico empresario multimillonario y showman televisivo a 45º presidente de Estados Unidos.
Trump evitó referirse a sus propuestas más polémicas, como la construcción del muro en la frontera de México o la revocación de la reforma sanitaria Obama. Prefirió un lenguaje de eslóganes populistas, que tan buenos resultados le ha dado, para oponer al pueblo norteamericano contra las élites y a toda la nación contra el extranjero. Así lo manifestó el líder republicano: “Vamos a quitarle el poder a Washington y a devolvérselo al pueblo americano.”
24 horas después de esta toma de posesión, la resistencia civil ocupaba las calles de Washington para manifestarse en contra de Trump y las políticas ultraconservadoras que ha anunciado. Mucha gente quiso recordar al presidente que habrá ganado las elecciones pero no ha conseguido el respeto de su pueblo. Básicamente, las protestas de la gente exigen que, como presidente de todos, respete a las mujeres, las minorías, los inmigrantes y los derechos civiles.
La principal manifestación contra el nuevo presidente republicano fue La marcha por las mujeres, que contó con destacadas mujeres del mundo de la cultura y el espectáculo, como Scarlet Johansson y Madonna. Otros participantes fueron las cantantes Cher y Alicia Keys, el cineasta Michael Moore, el exsecretario de Estado John Kerry y la abogada de Derechos Civiles Zahra Billoo, que quiso hablar “como mujer y musulmana”.
Trump llega a la Casa Blanca como el presidente más impopular de las últimas cuatro décadas. Mientras tanto, Estados Unidos y el mundo entero viven su llegada al poder con tensión y preocupación.
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