El Gobierno de Estados Unidos informó el pasado 15 de agosto del traslado de 15 presos de la base militar de Guantánamo que partirán con destino a Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Después del traslado de estos 12 yemeníes y 3 afganos los presos de Guantánamo quedan en un total de 61. Algunos de ellos llevaban 14 años recluidos y no tenían cargos en su contra. Recordemos que en 2002 había 800 reos en esta base militar.
Un grupo de expertos ha dado el visto bueno a esta medida, que se enmarca dentro del plan de desmantelamiento de la prisión de Guantánamo que anuncio Barack Obama cuando llegó a la presidencia del gobierno de Estados Unidos en el año 2009.
Esta ha sido la mayor transferencia de presos que se ha realizado durante el mandato de Obama. Durante sus dos legislaturas Obama ha intentado enviar presos de Guantánamo a otras cárceles estadounidenses para poder cumplir su promesa, pero este ha sido un tema especialmente duro de digerir para el Congreso que ha prohibido en repetidas ocasiones el uso de fondos públicos para el traslado de presos a otros lugares de Estados Unidos.
De manera que siempre se han bloqueado siempre estas iniciativas, por lo que ha habido que enviarlos a otros países.
La decisión de cerrar Guantánamo es muy controvertida. En los últimos días el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Ed Royce, miembro del Partido Republicano, se ha mostrado en contra de la medida y ha señalado que Obama está poniendo en peligro la vida de ciudadanos estadounidenses por su empeño en cerrar Guantánamo.
Estados Unidos ha agradecido a Emiratos Árabes Unidos (EAU) su gesto humanitario y su buena disposición para apoyar los esfuerzos encaminados al cierre de Guantánamo.
Este campo de reclusión se localiza en Cuba, es una cárcel de alta seguridad que se encuentra en la Bahía de Guantánamo. Fue acondicionada como cárcel para terroristas detenidos en Afganistán durante la invasión de dicho país que sucedió al atentado del 11 de septiembre de 2001. En noviembre de dicho año el presidente Bush firmó una orden que autorizaba al Pentágono a recluir a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos.
La cárcel siempre ha ido acompañada de polémica, ya que diversas organizadores a favor de los Derechos Humanos consideran que este centro de reclusión no respeta los derechos humanos de los presos.
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