Desde el pasado 5 de agosto y hasta el próximo día 21 se celebran en Río de Janeiro (Brasil), con gran expectación, los Juegos de la XXXI Olimpiada. La organización de este extraordinario evento deportivo, los primeros Juegos Olímpicos que tienen lugar en América del Sur, se ha visto envuelta desde el principio en diversas polémicas.
Desde el temido virus del Zika hasta la inestable situación política que atraviesa Brasil, pasando por la contaminación de algunos lugares en los que tiene que desarrollarse la competición, el escándalo de dopaje que ha impedido que muchos atletas rusos hayan podido participar en estos juegos o el retraso en la construcción de las infraestructuras y su mal estado… Estas son las algunas de las controversias que han rodeado a la organización de estos juegos y que poco a poco los atletas están haciendo olvidar con su buen hacer.
Respecto al virus del Zika, un sector del mundo del deporte ha cuestionado la conveniencia de que estos juegos se celebren en Río, ya que Brasil es uno de los países más afectados por el citado virus. A pesar de un informe de más de un centenar de científicos, el Gobierno de Brasil y el COI decidieron seguir adelante ya que al ser agosto e invierno en este país, el riesgo de contagio se minimiza. A pesar de ello, varios deportistas de renombre han rechazado acudir a estos juegos por miedo a un posible contagio.
Coincidiendo con la inauguración de estos juegos ha habido numerosas protestas políticas en las calles contra el presidente interino Michel Temer, que llegó al poder rodeado de un equipo ministerial corrupto que ha tenido que asumir varias dimisiones. A esta situación hay que añadir la crisis económica que vive en estos momentos Brasil.
La construcción de las infraestructuras que han de albergar los juegos ha sufrido constantes retrasos. Llegó un momento en el que el gobernador de la ciudad, Francisco Dornelles, tuvo que decretar un “estado de calamidad financiera” para conseguir ayudas federales para conseguir acabar las obras. Pocos días antes de la ceremonia de apertura, las obras continuaban y los edificios de la Villa Olímpica también tenían problemas. A todo esto hay que añadir la polémica descontaminación de la Bahía de Guanaraba, que alberga la competición de Vela sin estar el problema totalmente resuelto.
A mediados del pasado mes de junio, se publicó el Informe McLaren, que ponía al descubierto un sistema de dopaje organizado en Rusia en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. En consecuencia, el COI (Comité Olímpico Internacional) intervino para evitar que los atletas rusos relacionados con el caso participaran en los juegos. Una decisión muy polémica, ha que hay atletas rusos que nunca han dado positivo en un control antidoping y que no han podido viajar a Río.
Por si fuera poco, a todas estas cuestiones hay que añadir la preocupación por la amenaza de un posible atentado islamista. Sin embargo, las competiciones siguen y esperemos que el desarrollo de los Juegos Olímpicos sea lo más tranquilo y fluido posible.
Entradas recientes
Protege tu vehículo con los seguros especializados de Toyota Seguros
Becsa y el uso de materiales sostenibles y reciclados
Temu revoluciona las compras online en Canarias: Los usuarios de TikTok comparten sus experiencias
¿Quién es el dueño de 1xBet?
Tendencias de tarifas eléctricas para el resto de 2024: qué esperar y cómo prepararse