El Brexit y la posible sanción a Rusia condicionan la reunión de la UE

La reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea prevista para este jueves y viernes en Bruselas se aborda con varias heridas por cicatrizar y no pocas crisis por resolver.

Para empezar, la Guerra de Siria está complicando la relación entre la UE y Moscú. Hace tan solo unas horas la canciller alemana Merkel pedía diálogo sobre las crisis de Siria y Ucrania. Por su parte, varios líderes parlamentarios europeos solicitaron al Consejo Europeo que se impongan sanciones contra el presidente ruso Vladimir Putin, por su papel en Siria. La reclamación pide medidas para que Rusia respete el Derecho Internacional.

Durante la primera jornada ha cobrado más fuerza la idea de unas sanciones a Rusia. A la espera de una aprobación por parte de todos los miembros, la advertencia, encabezada por Hollande y Merkel, viene a ratificar la declaración de condena para los bombardeos rusos y sirios contra civiles en Alepo. Por otro lado, lama al cese de las hostilidades y a una tutela de la ONU en un nuevo proceso político.

Theresa May, primera ministra británica, tratará por su parte de exponer la posición de su ejecutivo ante el Brexit. May llegará preparada para no entrar en detalles pero también para expresar con contundencia que el Brexit es irreversible. El mensaje será que los socios europeos deben asumir que Reino Unido saldrá de la Unión Europea en marzo de 2017 y que se inicien todos los trabajos preparatorios necesarios para hacer efectiva esa salida. La reacción que se espera del resto de los miembros es más bien fría y poco cooperativa. May va a tener reuniones bilaterales con diferentes líderes y tiene prevista una reunión con Jean-Claude Juncker, el jefe de la Comisión Europea, para el viernes.

Precisamente, estos dos van a ser los temas más espinosos de la reunión, los que la mayoría querrían pasar por alto, pero a la vez son los dos temas más importantes y que requerirían un trabajo político y diplomático de verdadera altura para poder resolverse.

Otros temas que caracterizarán está reunión por su trascendencia serán: el bloqueo comercial de Valonia a Canadá, el terrorismo islamista, el auge de la extrema derecha y los populismos, la situación española de cerca de un año con un gobierno en funciones…

Una reunión en la que los refugiados ya no serán los protagonistas, sino la necesidad de proteger las fronteras y controlas los flujos de entrada en el Mediterráneo central.