El gorila de montaña, uno de los primates más grandes del mundo, se encuentra en peligro de extinción. Esta especie ya se encuentra en la lista roja de la UICN.
Según WWF (World Wide Fund) tan solo quedan 720 ejemplares de este gorila de montaña en su hábitat natural. 200 de éstos viven en el Parque Nacional de Virunga en República Democrática del Congo, y 300 en Bwindi, en Uganda.
Por suerte, gracias a los esfuerzos de conservación realizados durante los últimos 12 años, la población de gorilas ha aumentado un 14% en Virunga y un 12% en Bwindi.
El gorila de montaña concentra su población en República Democrática del Congo, Uganda y Ruanda. En estos países su hábitat se encuentra en las zonas de montaña con vegetación espesa y de ambiente frío y brumoso.
Este herbíboro es una subespecie del gorila oriental y se caracteriza por vivir en el suelo en lugar de los árboles, aunque en ocasiones trepa a ellos cuando quiere conseguir fruta. Se trata, además, de un animal diurno.
Su aspecto lo configura un pelaje largo y oscuro, lo cual le protege de las bajas temperaturas. Sin embargo, se trata de una de las especies que más diferencias presenta entre machos y hembras, siendo los primeros mucho más grandes, además de presentar un tono plateado en el pelaje del lomo con el que no cuentan las hembras.
Otra de las características de esta especie de gorila es que su reproducción se puede producir en cualquier época del año. La gestación tiene una duración muy similar a la del ser humano (8 meses y medio) y la hembra suele dar lugar a una única cría con un peso aproximado de 2 kilos.
La principal amenaza del gorila de montaña es la caza furtiva, pero también lo es la reducción de su hábitat y el contagio de enfermedades humanas.
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