Los estudiantes de historia política tendrán un nuevo tema que tratar en lo referente a los hechos acaecidos a principios del siglo XXI. Lo sucedido durante estos días previos de finales de marzo de 2016 ya se está escribiendo en los libros.
Barack Obama en Cuba y la familia Castro recibiendo a los estadounidenses con ganas de un acercamiento mutuo han conseguido captar fotografías que serán expuestas en exposiciones por el resto de los años. El Pacto de Cuba es sin duda algo que estamos viviendo en primera persona los ciudadanos del mundo. Sin embargo de lo que se va a seguir hablando es de las consecuencias que va a poder tener.
Consecuencias para Estados Unidos
Barack Obama no ha sido un presidente de Estados Unidos protagonista de grandes cambios en su nación, de hecho ha estado presente en medio de una crisis económica mundial y ha tenido que doblegarse ante muchos de sus objetivos propuestos que, finalmente, no va a conseguir cumplir. Para pasar a la Historia necesitaba hacer algo grande y la reconciliación con Cuba es, sin duda, algo que sobresale por encima de muchos otros logros de presidentes anteriores.
Además para el país también puede suponer un antes y un después. Cuba representa el último bastión de resistencia ante el imperialismo de Estados Unidos. El acercamiento entre ambos países puede motivar al resto de Latinoamérica, mucho más desdibujada en relación al antiamericanismo, a ver en Estados Unidos un aliado tanto a nivel comercial como de relaciones diplomáticos, lo que sin duda daría fuerza a todo el continente entero. Si nos limitamos a los Estados Unidos, sus valores de exportación, turismo e inversiones se multiplican exponencialmente.
Consecuencias para Cuba
Obviamente Cuba también saca provecho de este acercamiento mutuo. Para la isla el desbloqueo comercial supone la posibilidad de por fin poder expandirse comercialmente, algo que empresas de todo el mundo están considerando como el mejor momento para invertir. En otras palabras, Cuba incrementaría su Producto Interior Bruto (PIB) como nunca antes hubiera imaginado en el concepto de nación socialista.
Para la familia Castro también supone una oportunidad única. Después de ser los artífices de una revolución instaurada con el Che Guevara como símbolo, terminar su etapa en Cuba con un acercamiento a los Estados Unidos podría suponer el cierre final perfecto a una etapa histórica en la que Cuba queda, por lo menos, como símbolo de hasta dónde puede llegar la filosofía revolucionaria.
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