Rivalidad absoluta en la carrera por la presidencia de EEUU

La campaña para las 58 elecciones a la presidencia de EEUU está resultando una de  las más disputadas de los últimos 40 años. Desde los años 70 y los días de Jimmy Carter, Ronald Reagan y Gerald Ford no se había alcanzado tal límite de expectación. Las inminentes primarias en el estado de Nueva York, el tercero más poblado del país, que se celebrarán el próximo 19 de abril, pueden ser decisivas para vislumbrar quiénes serán los candidatos definitivos e incluso quién puede ocupar la Casa Blanca durante el próximo mandato.

Dentro del Partido Demócrata, Hillary Clinton va en cabeza, aunque ha encontrado un duro rival en Bernie Sanders. Lo mismo ocurre en el caso del Partido Republicano, en el que parte como favorito Donald Trump aunque su principal contendiente John Kasich trata de acortar distancias.

Todo parece en el aire, pero la cita en Nueva York es una plaza de importancia crucial para reafirmarse como candidatos. Obtener una mayoría amplia en este estado es su principal objetivo.

Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, algunos expertos se arriesgan y se aventuran a emitir un pronóstico. Según ellos, Hillary Clinton se alzará con la presidencia de EEUU, convirtiéndose de esta forma en la primera mujer que dirige los destinos de la nación más poderosa del mundo. Al final de la carrera electoral, según estos especialistas, va a pesar su gran experiencia en política y la relación que tiene con líderes de todo el mundo por su papel de secretaria de Estado de la administración Obama. Además, consideran que su más directo rival dentro de las filas del Partido Demócrata, Bernie Sanders, no cuenta con tantos apoyos internos como ella.

Una vez salvado este escollo, la misma línea de argumentación asegura que Clinton vencerá a Trump el próximo 8 de noviembre de 2016, ya que, presumiblemente, la sociedad estadounidense castigará su discurso, inconcreto, machista y de tintes racistas, que muchos ciudadanos consideran que está dañando la imagen de su país en el exterior. Sólo el caso de los e-mails personales de Clinton, enviados con información sensible desde su cuenta personal en lugar de una gubernamental, podrían cambiar las cosas. Pero fuentes cercanas a Clinton aseguran que este tema está agotado y que hay poco más que sus rivales puedan utilizar en su contra.

En cualquier caso, es una carrera electoral apasionante y muy competida, así que habrá que esperar a los resultados. El pueblo estadounidense tiene la palabra.