El gobierno español en funciones, a través de su ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha manifestado que, si la economía se desacelera habrá que tomar medidas que pueden incluir nuevos recortes.
Para el ministro, es de importancia vital seguir en la senda del crecimiento para conseguir reducir el déficit público de acuerdo con los objetivos que marca la Unión Europea. De lo contrario, según ha manifestado el mandatario español, habrá que tomar “decisiones alternativas”.
Es la primera vez que desde el gobierno se reconoce esta posibilidad, aunque ya se daba por hecho desde que la Comisión Europea exigió a España un ajuste extra de hasta 8.000 millones de euros hasta 2017 para conseguir alcanzar los objetivos de déficit.
Sin embargo, De Guindos no concretó la cifra de decrecimiento del PIB español que haría que se pusieran en marcha los ajustes. Lo que sí quiso dejar claro es que no tendrían nada que ver con las medidas tomadas en 2012, cuando la crisis golpeaba más duro y se tomaron medidas severas que incluyeron una fuerte subida fiscal.
El gobierno negaba la posibilidad, ya que todavía ven posible que la economía española crezca en 3%. De Guindos asegura que para ello es preciso no deshacer reformas acometidas en la pasada legislatura, como la reforma laboral, medidas que podrían afectar también al sistema bancario español. Sin duda, un buen argumento para el Partido Popular en plena campaña electoral.
Según su opinión derogar la reforma laboral del PP sería un error y lo que habría que hacer es complementarla con políticas activas de empleo y favorecer los contratos indefinidos frente a los temporales.
Respecto a la posibilidad de que España pueda ser sancionada por no cumplir el objetivo de déficit establecido para 2015, el ministro español se mostró confiado y señaló que no va a haber ninguna sanción para nuestro país.
De Guindos manifestó que el país podía haber crecido mucho más en los últimos seis meses si el gobierno hubiera tenido funciones plenas e indicó que españoles darán muestras de sensatez y sentido común en las próximas elecciones para garantizar un gobierno estable.
Para el ministro uno de los retos fundamentales que tiene ahora la Unión Europea es el referéndum del Brexit en el Reino Unido, un tema sobre el que se ha pronunciado claramente confiando en que se imponga el sentido común del pueblo británico y que continúen en la Unión Europea.
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