El problema de muchos cigarrillos electrónicos para los fumadores activos es el hecho de que la experiencia es sensiblemente distinta. Ni el humo, ni el sabor y ni siquiera la forma del cigarrillo electrónico es igual a la del tradicional, lo que provoca en muchas ocasiones un rechazo a su uso o, sencillamente, la llamada de la nicotina es muy superior como para intentar “engañarla” a base de vapeos
Esta es una de las conclusiones que Philip Morris International (PMI), fabricante de la conocida marca de tabaco estadounidense Marlboro, ha argumentado para gastarse hasta 2.000 millones de dólares en una investigación que ya va por su década de duración. El objetivo de este estudio no es otro que el desarrollo de un nuevo tipo de cigarrillo que permita a los fumadores mantener el hábito, pero reduciendo su toxicidad todo lo posible. Y aparentemente lo han logrado hasta en un 90%.
La investigación se ha llevado a cabo en Neuchatel (Suiza), en un centro especializado que tiene PMI para este tipo de desarrollos. Casi medio millar de científicos de todo el mundo han colaborado para intentar encontrar este “mágico” cigarrilo que sabe igual que el tradicional pero ya no es tan tóxico. Y parece que lo han encontrado, incluso ya tiene nombre, se conocerá como Iqos.
Lejos de ser un prototipo, Iqos ya ha sido sometido a varias pruebas internacionales de toxicidad y hábitos, así como en algunas prácticas reales con personas para estudiar sus posibilidades de consumo. Esto se realizó en 2013 y el éxito obtenido ha motivado a PMI a invertir más dinero para que en 2016 Iqos ya esté listo para su distribución internacional.
En Italia y en Milán ya hay algunas ciudades prototipo donde se ha lanzado el producto, todavía sin movilizar la maquinaria publicitaria con la que darlo a conocer de forma masiva. Por esa razón está siendo posible ver los notorios resultados de Iqos y el futuro prometedor que se le augura en pocos meses.
Iqos se calienta electrónicamente. Una parte física parece un bolígrafo y la otra un cigarrillo completamente normal con su papel blanco, su filtro y el tabaco dentro del mismo. Es un poco más corto que el cigarrillo tradicional y su duración estimada está en los 6 minutos por unidad. Independientemente de su forma, precio y toxicidad, el sabor es lo que se asegura que se ha mantenido hasta poder competir con los cigarrillos tradicionales. En pocos meses se sabrá si realmente los fabricantes de Marlboro han conseguido desarrollar el cigarrillo del futuro de forma efectiva.
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