Javier Carro: Cómo dirigir empresas en momentos de incertidumbre

Adaptarse a los cambios y hacerlo con creatividad es el reto al que se enfrentan los ejecutivos, que además de intentar sortear la crisis deben gestionar con talento y habilidad los RRHH.
Esta temática se abordó en profundidad en el 4º Encuentro de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), “Liderazgo en entornos de incertidumbre”, celebrado el 25 de septiembre de 2015 en la Escuela de Organización Industrial (EOI) de Madrid, al que acudieron directivos de Recursos Humanos de las principales empresas de España, así como, sus partners, FACTHUM, MANPOWER Group y TALENGO.
Alfonso Seoane Yarza, asesor de la Escuela de Organización Industrial EOI, así como Juan Carlos Pérez Espinosa, presidente de FACTHUM y de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), y finalmente, Juan Solaeche-Jaureguizar, rector de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI) transmitieron la importancia que tiene el Liderazgo en el ámbito de los Recursos Humanos, especialmente en situaciones de incertidumbre.
Raúl Santamaría Alonso, director de FACTHUM, argumentó que “definir el presente y diseñar el futuro en las organizaciones, implica un intrincado proceso en el que se entrecruzan la percepción individual, el diálogo estratégico y la construcción colectiva de significados y procesos”.
El teniente general D. Alfredo Cardona, que hizo énfasis en la Dirección de Personas: “para dirigir personas en momentos de incertidumbre, la honestidad y lealtad son de gran importancia, pero sobre todo, saber transmitir fe e ilusión en que los resultados obtenidos siempre serán de éxito”, y señaló que, para tomar decisiones en momentos de incertidumbre hay que “tener una extraordinaria confianza en sí mismo y ser disciplinado”.
En un artículo publicado por la periodista Paz Álvarez (“Dirigir en momentos de incertidumbre”, CINCO DÍAS 22-marzo-2002) mencionaba que, en opinión de, Guido Stein (IESE), en relación al esfuerzo directivo: “impera el corto plazo, se exigen resultados ya y, por tanto, se adoptan a menudo decisiones empresariales que perjudican la posición estratégica a largo plazo -horizonte real para medir la creación de valor”. Añade Stein que saber decidir es ya ser creativo: “cambiar forma parte del liderazgo y cambiar antes que los demás significa creatividad”… “una de las paradojas del líder es que no puede tener éxito sin poseer una fuente de autoconfianza en sus decisiones, pero tampoco puede acertar sin dudar y estar alerta a los errores y a las críticas de sus colaboradores”. (“Dirigir en tiempos de incertidumbre”, Ed. GESTIÓN 2000).
También, según WATSON WYATT (consultora especializada en RRHH), entre las competencias más importantes para tener éxito como directivo, sobre todo en tiempos de incertidumbre,  destaca la capacidad para dirigir personas, tomar decisiones, tener creatividad y ser capaces de comunicar ideas e ilusiones al resto de la plantilla.
Según Manuel Cervantes (en su momento, director de RRHH de IBM), es en los momentos difíciles cuando se descubre al verdadero líder. Es cuando se tienen que manifestar con ideas nuevas –rompedoras- que no se les ocurran a nadie y, sobre todo, capaces de sembrar ilusión.
Luis Carlos Collazos (en su momento, director de RRHH de HP, Hewlett-Packard), opinaba que el equipo es el elemento esencial y diferenciador para obtener el éxito.
Alfonso Callejo (en su momento, director de RRHH de PEPSICO-España), opinaba que: “el departamento de personal tiene que trabajar en equipo con las demás áreas con el fin de implementar, desarrollar y mantener la nueva organización. También, que todos los empleados de la compañía sean tratados con dignidad, equidad y respeto.
El profesor de la escuela de negocios de ESADE, Ceferí Soler, explicaba que el objetivo clave para crear y añadir valor a las decisiones es la capacidad de dirigir a las personas. El mayor riesgo de las empresas, añade Soler, es la marcha voluntaria de personas clave.
El ex decano del IE, Ángel Cabrera, opinaba que las empresas deben valorar las conductas creativas; una orientación y visión a largo plazo; alta cooperación e interdependencia; toma de riesgos; “tolerancia ante la incertidumbre y la ambigüedad, y una moderada preocupación por la calidad y la cantidad”.
Según opinaba, Antonio Peñalver (en su momento, director de formación del BANCO SANTANDER), es primordial la estrategia de desarrollo del talento que se basa en desarrollar las competencias, habilidades, conocimientos y actitudes de los profesionales. Todo esto tendrá impacto en el desempeño, la empleabilidad y los resultados de negocio, con el fin de crear valor para el empleado, el cliente y el accionista.
Y en momentos de incertidumbre, dirigiendo a todo este personal de equipo y con la presión social, económica e informativa encima se encuentran figuras como la del gerente de hospital en una situación como el 11-M, cargo que ocupó durante ese tiempo el directivo y gestor Javier Carro González, ejemplo de lo aquí expuesto, paradigma de constancia, dedicación, flexibilidad, resistencia, tesón, y voluntad para hacer sacrificios personales necesarios, ante una situación extrema.
Lo que según expresaba el profesor del IESE Juan Antonio Pérez López es uno de los rasgos que caracteriza a un buen directivo, la capacidad de “sufrir, sufrir, sufrir”.
El líder es el responsable de un grupo de personas y de su hacer, para alcanzar un objetivo determinado. Éste, como cabeza de grupo, debe tomar decisiones de acuerdo a la situación para responder al momento de crisis: Javier Carro estuvo al frente del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid en los inolvidables y terribles atentados del 11-M en la capital española. En el año 2004, le otorgaron el Premio Orden Civil del Ministerio de Sanidad (“Cruz Isabel La Católica”) por su gestión durante este momento crítico para el país.
La inestabilidad es inherente a todo proceso de cambio, pero no todos estamos preparados para hacerle frente y salir airosos. El manejo correcto de la información es clave en un momento de crisis, de ahí que la poca o mucha información puede convertirse en un factor negativo, por lo que es función del líder identificar el punto donde esta es útil, eliminando el ruido organizacional.
Una reacción normal en tiempos de crisis es el miedo. El miedo produce consecuencias en la organización, el miedo inhibe el raciocinio, produce caos y parálisis, la gente asustada no trabaja de forma coordinada, el miedo los lleva a refugiarse en la rutina. El líder debe gestionar los miedos propios y los ajenos, siempre teniendo en cuenta las emociones de las personas. La forma más efectiva de manejar el miedo es la estrategia de comunicación. El líder no debe ocultar la realidad a los miembros de su equipo. Describir los hechos objetivamente y aportar soluciones es la mejor medida a tomar en estos casos.
La revista Actualidad Económica le preguntó en una ocasión en la que entrevistaba a Javier Carro, lo que supuso el esfuerzo del trabajo ese día. El profesional español explicó en aquella ocasión que la coordinación fue clave. El Hospital tenía potencial para afrontar una crisis como aquella, pero que requería estar funcionando de forma coordinada y sin fisuras durante muchas horas seguidas. La combinación de decisiones sobre qué tenía prioridad, y una coordinación perfecta del equipo de médicos y especialistas, minimizó la tragedia de lo sucedido en todo lo posible, buscando en primer lugar la supervivencia del mayor número de personas y, posteriormente, salvaguardar su salud física y mental lo más rápido que les permitiesen las circunstancias de cada caso.
Javier Carro es Doctor en Derecho, abogado, economista, gestor de empresas, y profesor de prestigiosas universidades y escuelas de negocios, y ha ampliado sus estudios en varias universidades de EEUU y Gran Bretaña.

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