Recientemente, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha decidido considerar el “trastorno por videojuegos” como trastorno mental. Esto ha provocado una airada reacción del sector del videojuego que protesta contra esta polémica decisión.
El pasado 21 de diciembre la citada organización actualizó su Clasificación Internacional de Enfermedades incluyendo el llamado trastorno por videojuegos como enfermedad mental. Dicho trastorno se caracterizaría por un patrón de comportamiento continuo y adictivo con respecto al videojuego.
Lo cierto es que el tema de los videojuegos y su uso o mal uso siempre ha sido una cuestión polémica que se ha abordado desde diferentes campos, como la Psicología, la Medicina, la Sociología. Sobre todo se ha querido estudiar la influencia negativa que pudiera tener en el desarrollo de la salud física y mental de nuestros niños y adolescentes. En las últimas décadas, no han faltado defensores ni detractores acerca de los efectos de los videojuegos.
Como no podía ser de otra forma a esta decisión le ha seguido un gran revuelo. Las principales compañías de la industria del videojuego han dejado escuchar su voz en los últimos días para enfrentarse abiertamente a la postura de la OMS.
La OMS reaccionó rápidamente y aseguró que todavía es un tema que se encuentra en discusión, por lo que no se trataría de una decisión en firme, segura y oficial.
ESA, la Entertainment Software Association, que reúne a los nombres más importantes de esta industria, como Capcom, Electronic Arts, Konami, Microsoft, Bandai Namco, Nintendo, Sony, Square Enix, Ubisoft, entre otros, ha señalado en un comunicado oficial que más de 2 mil millones de personas en todo el mundo disfrutan con los videojuegos y han acusado de trivial e imprudente la declaración de la OMS. Según explica la ESA, de la misma forma que los aficionados a los deportes y a cualquier otra forma de entretenimiento, lo viven de forma apasionada y le dedican buena parte de su tiempo, esto mismo ocurre con los seguidores de los videojuegos.
Para mediar en esta polémica no han faltado opiniones que aseguran que la declaración de la OMS ha sido hecha en referencia a los comportamientos de adicción. Para padecer ese trastorno habría que traspasar ciertos límites que, en realidad, un jugador de videojuegos promedio jamás llegaría a manifestar. Lo mismo podría ocurrir con otras formas de ocio, televisión, Internet y tantas otras cosas.
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